Siniestros de daños por agua, proceso y clasificación
Cuando en una propiedad se producen daños por agua, normalmente se genera un proceso que se puede explicar en cinco etapas. Un servicio de emergencia profesional interrumpe ese proceso, minimizando el daño.
Estas cinco etapas se resumen en:
- El agua emigra horizontalmente desde la fuente donde se origina, en todas las direcciones. Posteriormente el agua penetra a través de las partes inferiores de las paredes y en las áreas colindantes. La saturación aumenta en los materiales estructurales del suelo, pues la tensión superficial hace que la humedad penetre en los materiales. Esto hace que el agua ascienda verticalmente por paredes, marcos y cerramientos. Esto se denomina como «daño secundario».
- Cuando la madera y otros materiales higroscópicos se saturan, comienzan a hincharse.
- Mientras que el agua se evapora, la humedad aumenta más allá de 60%. Esta humedad anormal comienza a afectar gradualmente a puertas, cajones, techo, pladur e incluso la escayola, que no estaban directamente en la trayectoria del daño primario del agua. Estos comienzan a hincharse y deformarse. También puede afectar al papel (libros y documentación), pinturas y otros elementos que no han estado en contacto con el agua del siniestro.
- Las moquetas, alfombras, cortinas y tapicería desarrollan cercos de manchas por la humedad.
- Con el paso del tiempo, los microorganismos se desarrollan y se multiplican en los materiales orgánicos. A medida que los daños de los microorganismos aumentan, la calidad el aire interior se degrada rápidamente. Si persiste este ambiente húmedo y favorable las bacterias, los hongos, y los virus proliferarán y se multiplicarán a gran velocidad.
Una respuesta rápida evita que se produzca esta consecución de sucesos.

Clasificación del tipo de agua
Esta clasificación se realiza basándose en criterios de seguridad y salud para las personas, y son las siguientes:
Categoría 1
Designada como aguas «limpias» no supone un daño sustancial a los seres humanos. Procede de conducciones de agua, depósitos, cisternas, etc. Una vez que la fuente de agua limpia entre en contacto con otras fuentes y materiales, sus condiciones pueden cambiar.
Categoría 2
Designada como agua «gris», contiene un cierto grado de contaminación. Los tipos de fuentes de aguas «grises» serían desbordamientos de lavaplatos, lavadoras, lavabos, fregaderos, bañeras, acuarios. Puede llevar productos químicos, contaminantes o materia orgánica. Estos elementos pueden ser tóxicos o servir de nutrientes para los microorganismos.
Categoría 3
Definiríamos como aguas «negras» el agua que contiene siempre agentes patógenos. Las aguas negras serían antihigiénicas como las aguas residuales o las de desbordamientos de ríos, que arrastran la materia orgánica y que además pueden contener restos de productos químicos peligrosos.
Situaciones especiales
Si un material clasificado por normativa legal como peligroso está incluido como parte de un proyecto de daños por agua, entonces, se aplicarán las normativas estatales y/o autonómicas según corresponda y se contratará a un experto en este campo, un Profesional en Calidad de Ambientes de Aire Interior (CAI) cuando se manejen desechos peligrosos o tóxicos para ayudar en la evaluación de daños. Los ejemplos pueden incluir arsénico, mercurio, plomo, amianto y bifenilos policlorados (PCB).
La seguridad y la salud de los trabajadores y los ocupantes son las principales preocupaciones cuando se trata de este tipo de agua. Todos los trabajadores deben estar protegidos con EPI (Equipo de Protección Individual) y las personas con deficiencias inmunitarias no deben estar en las zonas contaminadas.
Para situaciones relacionadas con moho visible o no, consulte la sección “Eliminación de moho”
Según la categoría del agua se utilizan unos protocolos u otros.